''CSAV el orgullo de América''

En exclusiva para la publicación mejicana T21, Ricardo Claro, el hombre que ha convertido a CSAV en la empresa naviera más grande de Latinoamérica, explica los pormenores que la han posicionado dentro de las 15 firmas marítimas con mayor penetración de mercado en el rubro de contenedores.

Con una hegemonía de navieras asiáticas y europeas, la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) es la única de origen latinoamericano que se inserta dentro de las 15 empresas con mayor capacidad en términos de contenedores, con cerca de 255 mil TEUs sumando a sus filiales CSAV Norasia y Libra.

Durante los últimos 18 años, Ricardo Claro Valdés ha comandado CSAV con un crecimiento notable, sobre todo en los años 2004 y 2005, donde sus ingresos superaron los dos mil 600 y tres mil 800 millones de dólares, respectivamente, los más altos de sus 134 años de historia, en negocios que además suman operaciones portuarias.

Sin embargo, 2006 fue el primer año en que la naviera chilena registra pérdidas, al reportar ventas por tres mil 839 millones de dólares, un descenso de 1.6% frente a los tresmil 895 millones de 2005.

En tal sentido sus utilidades se vieron mermadas en 58.2 millones de dólares luego de obtener en el ejercicio anterior ganancias por 132 millones de dólares, de acuerdo a datos proporcionados por la empresa a la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile.

No obstante, esta es una situación que no altera el ánimo de Ricardo Claro, quien no duda en aceptar el calificativo de “viejo lobo de mar”.

Con un hablar directo y pausado, sus expresiones denotan la experiencia de una persona que sabe lo que dice y porqué lo dice, más aún en el campo marítimo, donde sus previsiones y cautela lo mantienen sereno frente a un entorno de feroz competencia que en el campo de contenedores se ha acentuado en el último año.

Esa sobrecapacidad en espacios de buque de la que tanto se habla ya la veía venir Ricardo Claro, porque como él mismo dice: “si de algo estoy seguro, es que los viejos sabemos más.

“El mercado de contendores atraviesa en este momento por una crisis, que proviene del éxito, dado que en 2004 y gran parte de 2005 todas las empresas navieras de contenedores obtuvimos grandes utilidades y entonces todos, incluidos nosotros nos fuimos a los diferentes astilleros del mundo a ordenar la construcción de barcos, razón por la cual hoy existe una sobreoferta de espacios.

“Hemos tenido pérdidas por primera vez desde que soy presidente de la empresa, que no me asustan porque yo algo de olfato tengo; y además me gusta mirar a largo y mediano plazo; yo preví que una situación de esta naturaleza podía venir y por lo tanto acumulé fuertes reservas, así que duermo tranquilo”, comenta.

No hay motivo para no hacerlo, toda vez que durante su gestión CSAV se ha convertido en la empresa más importante de América Latina, haciendo crecer el arrastre de su flota 27 veces en un periodo menor de 20 años.

“Para darnos una idea de lo que esto significa, dicha cifra es cinco veces más grande que el crecimiento de Chile y más de tres veces el crecimiento espectacular de China”, afirma.

En ese sentido, CSAV tiene en marcha un plan global denominado Proyecto Siglo XXI, para que antes de 2010 se posicione dentro del ranking de las 10 empresas navieras con mayor fuerza.

Por lo mismo, implementa un programa para incorporar 22 embarcaciones nuevas que inicia en 2004 y que debe estar concluido este mismo año, con un monto de inversión de mil millones de dólares.

Además de apoyarse en su capitalización, la compañía obtiene en 2006, un crédito por 300 millones de dólares con el banco BNP Paribas de Francia, mientras en 2005 contrata otro por 250 millones de dólares con el banco alemán HSH Nordbank AG, ambos para la adquisición de naves; la más reciente,

una con capacidad para transportar seis mil 500 TEUs, fue entregada en diciembre pasado en Ulsan, Corea por el astillero Hyundai Heavy Industries.

Si bien CSAV no ha seguido la estrategia de sus competidores más grandes que han superado ya los nueve mil TEUs por buque, su presencia en todo el globo terráqueo es evidente, ya que a través de CSAV cubre toda la costa del Pacífico en América del Sur, conectando con Asia, Estados Unidos, Europa y Mediterráneo; mientras con CSAV-Norasia realiza conexiones desde Medio y Lejano Oriente hacia Europa; por su parte, Libra hace lo propio en la parte del Atlántico del continente americano con destinos al Viejo Continente y África.

Su flota asciende a 128 naves y tiene una red de 131 agencias en todo el planeta, destacando 14 oficinas en China y 11 en India. Del total del transporte marítimo mundial, dos grupos chilenos detentan un 3%, del cual un 2.5% pertenece a CSAV.

Mirando hacia México

CSAV es una de las corporaciones marítimas con más antigüedad en el mundo, que surgió en 1872 luego de la fusión de la Compañía Chilena de Vapores y la Compañía Nacional de Vapores, atendiendo en principio sólo servicios de cabotaje que luego se extendieron a toda la costa oeste de Sudamérica y más tarde a todo el mundo para el transporte de carga general, a granel, fresca y productos congelados, además de vehículos.

En este último segmento moviliza anualmente alrededor de 200 mil unidades automotrices. Luego de Brasil, México es el segundo mercado más importante para esta empresa en Latinoamérica, tanto en automóviles como en contenedores, donde mueve más de 100 mil TEUs por los puertos de Manzanillo, Ensenada, Veracruz y Altamira, situándose como la tercera naviera con mayor presencia en nuestro país con cerca de 800 recaladas al año.

“Observamos el desarrollo de la economía mexicana y hemos hecho un cambio importante en nuestra operación, porque antes requeríamos de un representante local y hoy tenemos una agencia propia que depende de la gerencia regional en Nueva Jersey, Estados Unidos; el hecho de tener una agencia propia en México, indica mucho el potencial que le vemos a los negocios en este país".

Como muestra, a finales del año pasado CSAV a través de su filial Libra invirtió 20 millones de dólares para incorporar dos buques capaces de transportar hasta cuatro mil 500 TEUs, con el objetivo de atender el crecimiento de las exportaciones brasileñas destinadas a México en los sectores de perecederos,  semimanufacturas y materias primas, así como el incremento en la demanda de empresas como Nestlé, Bridgestone Firestone, Dupont, entre otras. De hecho, uno de esos barcos fue rebautizado como Libra México.

“Esta nación es un mercado muy interesante para nuestro negocio marítimo, especialmente para productos como la fruta, pues los importadores opinan que nuestro servicio es en verdad bastante bueno”, abunda.

Otro de los negocios que tiene el Grupo CSAV en aguas mexicanas es el servicio de remolcadores a través de su subsidiaria SAAM Remolques, misma que en 2006 consolidó una inversión de 70 millones de dólares, en puertos como Tampico, Altamira, Lázaro Cárdenas y Veracruz, con cerca de tres mil maniobras anuales en cada uno.

En total, SAAM cuenta con 85 remolcadores en el país, con lo que México se conviert en el país que concentra la mayor flota cuya operación significa el 20% del total de la empresa.

Para este año, se prevé que la empresa chilena invierta 15 millones de dólares en los servicios de remolque, siendo PEMEX unos de sus mayores clientes.

No obstante, tras el anuncio hecho por el gobierno federal sobre la cantidad de reservas petroleras que a lo mucho alcanzarán para los próximos nueve años, Ricardo Claro afirma que si bien dichas inversiones no se detendrán, “sí nos obliga a pensar con más cuidado cuál será nuestra estrategia en los siguientes años”.

Y si alguien tenía duda de la concatenación entre esta empresa y México, basta resaltar el dato de que 15% de los capitanes que conducen su flota son de origen mexicano.

Fiel a su manera de pensar y actuar, el licenciado en derecho por la Universidad de Chile y especialista en asuntos comerciales y económicos, como el mismo se define, sostiene su postura sobre las consecuencias negativas que la fortaleza del peso chileno frente al dólar ha traído a las exportaciones de su nación, esencialmente en el sector agrícola, las cuales provocaron reacciones de la misma presidenta Michelle Bachelet.

No hay motivo para no tomarlo en serio, después de todo, fue uno de los visionarios que pronóstico en la década de los 70 que China sería una de las mayores potencias económicas con la que debería fortalecerse el comercio exterior. Le hicieron caso y hoy los bienes chilenos exportados a ese país asiático mantienen un alto valor.

Además de presidir el directorio de CSAV, dirige también las empresas Cristalerías de Chile, Elecmetal, Viña Santa Rita, el canal televisivo Megavisión, Metrópolis-Intercom para servicios de televisión por cable y Ediciones Financieras, propietaria de El Diario Financiero.

En México es conocido por la cúpula empresarial por haber sido miembro del consejo de administración de Televisa. Renuente a revelar sus fórmulas para brillar en los negocios, concluye que si hay que explicar los logros de CSAV, sólo lo podría definir de una manera.

“Cómo nos convertiremos en una de las 10 navieras más grandes del mundo es algo que por estrategia y lealtad a los accionistas no puedo contestar; pero si puedo decir que su éxito se debe a una administración muy preocupada por el futuro siempre”. Y más de 100 años lo respaldan.

Fuente: T21