La única forma de acabar con la miseria, el desempleo y la violencia en el municipio de Buenaventura es invirtiendo y haciendo empresa.

Así lo afirmó Óscar Isaza Benjumea, presidente del Grupo Empresarial del Pacífico, Gepsa, organización que lideró y puso en marcha la nueva Terminal de Contenedores de Buenaventura, Tcbuen, que se inauguró el pasado viernes. El ejecutivo es un convencido de que la situación en el Puerto puede cambiar si hay un real apoyo del Municipio y si se generan incentivos para que continúe llegando la inversión.

¿Cómo está conformado el Grupo Empresarial del Pacífico, Gepsa?
El grupo nace de una empresa familiar de Buenaventura, hace 30 años. Ahora tenemos un holding que tiene inversiones en diferentes sectores. Estamos en la operación portuaria con Tcbuen y Caldera, un puerto de Costa Rica; en logística, con la Terminal Logística, la plataforma Cross Docking y Trade Center; en bienes raíces y entretenimiento, con el Centro Comercial Brisas Plaza y Cinema Pacífico y además tenemos una tradición en hidrocarburos.

¿Es posible hacer empresa en Buenaventura, cuando hay muchos factores en contra como la falta de servicios públicos?
Se puede hacer empresa, pero huérfanos del Gobierno local, porque no colabora. Lo hemos logrado, primero, estructurando proyectos ambiental, social y económicamente viables. Segundo, acercándonos a la comunidad para que ella perciba que impulsamos iniciativas de beneficio común y tercero, integramos a los vecinos como empleados en los procesos constructivos y luego en la operación de los proyectos. Lo que siempre buscamos es que haya pertenencia hacia las empresas y que éstas no limiten o agredan a la población, sino que la incorporen.

¿Qué obstáculos tiene que superar Buenaventura para atraer más inversión?
Hay muchas cosas por mejorar, el Municipio no tiene una infraestructura de servicios bien desarrollada, no hay un suministro de agua 24 horas ni tampoco vías para superar el cuello de botella del ingreso a la isla. Hay muchas cosas que le toca hacer al inversionista privado y que en realidad le corresponden al Municipio ejecutarlas con los impuestos que paga el sector privado. No vemos la retribución de estos gravámenes en las inversiones que necesita el Puerto.

Esa ha sido la queja por años del sector privado, ¿por qué no hay cambios significativos?
Hay un divorcio entre la clase política y la empresarial. El Municipio no tiene en cuenta para nada a los empresarios, nunca se sienta a hablar con nosotros para ver qué podemos hacer juntos. Eso está mal, porque no hay cómo cambiar el panorama, uno quisiera que las cosas fueran diferentes, que tuviéramos un diálogo más fluido.

Me gustaría invitar al próximo alcalde a que tome esta iniciativa. En campaña siempre dicen que incentivarán y motivarán la inversión privada, que se tendrán reglas de juego claras, pero en la realidad no se cumple. Ciudades industriales como Yumbo, Barranquilla, Soacha, entre muchas otras en el país, estimulan la atracción de capitales. Acá el tema es un tabú.

La única manera de acabar con la miseria y la violencia es la generación de empleo. En China hay tres preceptos fundamentales para el crecimiento: inversión, educación e infraestructura. Y para ello hay que tener servicios, vías y colegios, que se deben hacer con los impuestos que pagamos todos.

¿Qué le hace falta a la región para lograr un mejor desempeño?
Que todos nos pongamos de acuerdo para liderar proyectos. Si nos unimos podemos hacer cosas juntos y eso se demostró en los últimos meses, cuando los gremios, los empresarios, la bancada parlamentaria del Valle y el Gobierno Departamental hicieron esfuerzos para incluir varios proyectos en el Plan Nacional de Desarrollo, como la conexión Valle con la Orinoquía, la vía Mulaló-Loboguerro y el mismo dragado del canal de la bahía, que aseguró el presidente Santos que se hará, ya sea por concesión o por obra pública. Eso va para adelante y lo más probable es que salga por licitación pública, gracias a la unión de la región.

Acaba de inaugurarse la Terminal de Contenedores de Buenaventura, Tcbuen, ¿qué viene después?
Nosotros seguiremos creciendo, Tcbuen tiene dos grúas pórtico y se comprará más equipo, además estamos estructurando dos terminales más: una minera, que tendrá la más moderna tecnología para minimizar el impacto ambiental, pensamos que se podrían exportar por el Puerto entre 3 millones y 5 millones de toneladas de carbón traído de Cundinamarca, Boyacá e inclusive de Santander, para mercados del Pacífico.

También está en proyecto una terminal de líquidos, pensando en los crudos que están saliendo de los Llanos Orientales y la posibilidad de exportar etanol en el futuro. Serían inversiones por unos US$200 millones, que se concretarían en unos tres años.

¿Este año cuánta carga se moverá por Buenaventura?
El crecimiento del comercio exterior del país (exportaciones e importaciones) será de dos dígitos, viene el TLC con Estados Unidos y luego con Corea y el Pacífico será un gran competidor, si profundizamos el canal de acceso. Esto significa que se demandará más infraestructura. Creo que este año por Buenaventura se moverán unas 13,5 millones de toneladas de carga, para un crecimiento cercano al 15%.

¿Es decir, que se consolida el nodo portuario?
Así es, las oportunidades son muchas, nosotros seguimos creyendo y generando proyectos reales y en todos los sectores. Hemos hecho también una labor social, por ejemplo, llevamos 8.000 niños al cine gratis cuando empezamos a operar Cinema Pacífico. Buenaventura hace 20 años no tenía salas de cine y construimos cuatro con toda la tecnología, le apostamos cuando ninguna de las grandes compañías del sector creyó en el municipio.

Fuente: El País, Colombia