Juan Carlos Manríquez dice que su defendido el capitán Roy Sañada, aún no logra reponerse del increíble acontecimiento que le tocó vivir en la primera vez que llegaba hasta Antofagasta. Quince años atrás, había estado en el puerto de Tocopilla y, en su bitácora personal, registraba un historial impecable que le había permitido, precisamente, asumir la capitanía de una moderna y costosa nave que tenía menos de un año de navegación.

Enfatiza que está dispuesto a presentarse al tribunal las veces que sea necesario hacerlo. Al establecer las condiciones técnicas y el tipo de cartas náuticas que se utilizaron en el "Eider" al momento de acercarse a las costas de Antofagasta, enfatizó: "Contaba con el más avanzado instrumental y las cartas de navegación que él tenía son copias de las cartas emitidas en Inglaterra que, a su vez, son copias de las cartas chilenas. La única diferencia que se hace, según los peritos, es que las mediciones en vez de estar expresadas en metros pueden estarlo en pies. Pero, son en el resto, iguales".

"Las instrucciones que recibió fueron en inglés y el segundo oficial chequeó en dos oportunidades la posición que se le dio con la autoridad local y así lo fijó en la carta. Se ciñó, estrictamente, a esa posición y conforme a eso fueron programados los instrumentos de navegación".

Enseguida acotó: "Hoy tenemos antecedentes para decir que la información no sólo fue errónea y mal transmitida. Incluso, si se hubiera transmitido como se intentó decir, con toda certeza, puedo afirmar que sí habría sido un desastre porque el barco habría encallado igual y en peores condiciones. Esta nave habría terminado con la mitad de su estructura en la avenida Pérez Zujovic."

Remarca que el capitán Sañada con 30 años de experiencia en el mar, resultó muy sentido por versiones que le atribuyeron el haber "soltado" petróleo al mar en el momento del accidente. "Esto es ofenderlo gravemente".

José Manuel Zapico Mackay defiende a los armadores de la nave china, frente a la consulta de por qué no responden ante las autoridades regionales y los pescadores afectados, subrayó: "Sí, hemos dado respuesta. El problema está cómo se ha planteado las conversaciones que ha habido con la autoridad. El armador se ha sometido al ordenamiento jurídico chileno y estuvo dispuesto a abordar un tema tan complejo como éste. Todos tienen derecho a recurrir a los tribunales de justicia. A su vez, la ley de navegación establece un procedimiento para eventos como el ocurrido al "Eider" por el cual se puede constituir un fondo o una garantía hasta por una suma máxima que toma en cuenta el tonelaje de la nave y una cantidad de francos oro. La discusión se centra en la garantía y al término del proceso y con una sentencia a firme se puede recién acudir a ese fondo y, en ese caso, el asegurador le va a pagar. Pero, eso no es instantáneo. Nosotros no tenemos manera de saber de quién dice tener un derecho, efectivamente, lo posee".

El representante legal afirmó que la firma armadora está llana a responder, en la medida que se tramiten legalmente los procesos y se establezcan las responsabilidades. "Aquí estamos dando la cara y la vamos a dar el día que se estipulen las sentencias. Pero, no se nos puede privar ejercer los derechos que la misma ley nos concede".

Luego, dijo que cree en la legitimidad de quienes han presentado demandas, pero aclaró: "Una cosa es creer que se ha sufrido un daño y otra distinta es haberlos sufrido. Por otro lado, no hay que perder de vista que, contrariamente, a lo que se ha dicho, hay que determinar efectivamente las responsabilidades. Hay investigaciones civiles y penales en curso. La ley de navegación establece un procedimiento que el naviero por el hecho de seguirlo no está asumiendo la responsabilidad, pero sí está asumiendo el problema".
 
A medida que pasan los días parecen crecer las incertidumbres que rodean a los acontecimientos derivados del varamiento de la motonave "Eider" y el vertimiento de hidrocarburos ocurrido en la bahía de Antofagasta en la madrugada del 31 de octubre del año pasado.

A partir de ese suceso, una serie de situaciones han tenido lugar en diversos escenarios, pero con un denominador común: la búsqueda de responsables y la exigencia por el pago de los daños provocados tanto al medio ambiente como a las personas que, según sostienen, fueron privadas de sus fuentes de sustento habituales.

Juan Carlos Manríquez, José Manuel Zapico Mackay y Andrew Cave tienen a su cargo la tarea de defender, alternativamente, al capitán Roy Sañada, las firmas armadoras y al consorcio de aseguradoras.

La lucha está planteada ante los tribunales donde 12 querellas por un monto global de 200 millones de dólares aguardan por un veredicto. El Gobierno Regional, los pescadores artesanales, empresas hoteleras y particulares entablaron juicios por este episodio que sigue remeciendo el ambiente y que no concluirá hasta que un magistrado entregue la última sentencia sobre este caso hecho que no podría ocurrir, en el mejor de los casos, antes de dos años.

Estas son las visiones de cada uno de los abogados que protagonizan el polémico caso.

Andrew Cave representante de las firmas aseguradoras y que ha sido interpelado en múltiples oportunidades por las autoridades, manifestó que la sede principal del club de empresas de seguros tiene su sede en Gottemburgo, Suecia.

Afirmó que se sienten injustamente atacados frente a un problema ante el cual han hecho frente desde el primer minuto. Reseña que resulta doloroso apreciar el desconocimiento de toda la labor de limpieza desarrollado entre el mismo 31 de octubre hasta el 21 de diciembre que fueron aprobadas y recibidas a plena conformidad por la Autoridad Marítima.

"Se ha gastado un dineral, contratado gente y movilizado equipos para minimizar los efectos causados por el accidente. Es una de las labores más rápidas en su tipo porque anteriormente empleamos tres meses en el caso anterior", indicó.

Al mismo tiempo, hizo notar que se llevó a cabo un excepcional esfuerzo para tratar de reparar la situación creada. También comentó que, en un primer momento, se trató de realizar las reparaciones de la nave siniestrada en Talcahuano, pero que por diversas razones no fue posible hacerlo.

Recuerda, además, que se intentó de resolver algunas demandas y realizar un pago inmediato. Sin embargo, en una reunión posterior se encontraron con un rechazo rotundo y la intención de acudir a los tribunales.

También rechaza las gestiones realizadas ante la Embajada de Suecia en Chile porque "sólo contribuyen a enrarecer el ambiente. Aquí no se trata de linchar al capitán o al armador porque vivimos en un Estado de Derecho y todo inculpado tiene el legítimo derecho a la defensa", concluyó.

Fuente: El Mercurio de Antofagasta