“En 2012 accedimos a firmar la compraventa de los terrenos, nos indicaron que el primer pago se efectuaría en un par de días, transcurrieron las semanas que se convirtieron en meses, ya casi se cumplen dos años y el pago aún no se ha realizado”, declara preocupado un vecino del cantón El Barrial, Jutiapa.
 
Como miles de pequeños propietarios que vendieron sus terrenos al Corredor Interoceánico de Guatemala pensó que hacía el negocio de su vida: sus promotores le comprarían la tierra por encima de su valor de mercado y le ofrecieron ser accionista de la empresa, pero la promesa continúa sin honrarse.
 
El proyecto del Corredor Interocéanico, el cual fue declarado de “utilidad pública e interés nacional” por el presidente Otto Pérez en julio pasado, se encuentra varado desde hace tres meses por falta de fondos.
 
Muchos de los 3 mil 533 propietarios de los terrenos, desde Punta de Manabique, Izabal, hasta Moyuta, Jutiapa, empiezan a perder la paciencia, ya que los promotores del proyecto les ofrecieron el pago para septiembre pasado; luego se pospuso para octubre, luego les dijeron que en noviembre y ahora dicen que será a finales de 2014.
 
Incluso, los 281 empleados del Corredor Interoceánico no reciben su salario a tiempo desde hace varios meses, debido a la falta de financiamiento.
 
Consultado sobre la situación financiera del proyecto, Guillermo Catalán España, presidente del Corredor Interoceánico, señaló que han tenido tres problemas que afectaron la marcha normal del proyecto y que buscan cómo solucionarlos.
 
El primero fue una acción de inconstitucionalidad presentada por los diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) contra el acuerdo presidencial que declara de interés nacional el Corredor Interoceánico, lo cual asustó a los inversionistas; segundo, la caducidad de la vigencia de la Cédula de Vecindad y que el 26 por ciento de los propietarios de los terrenos por donde pasará carecía de su Documento Personal de Identificación (DPI), lo que obligó a tramitárselo para legalizar la compraventa de las tierras; y el tercero, que el consorcio que invertiría en el proyecto resultó ser un fraude.
 
Eurogas Enterprises, que fue presentada en julio pasado como el primer gran inversionista del proyecto en un acto especial realizado en el Palacio Nacional de la Cultura ante el Presidente, sus ministros, empresarios y diplomáticos, resultó ser un fiasco, dijo Catalán.
 
Confiado en que Eurogas aportaría los US$300 millones para comprar las tierras, Catalán lanzó ese día la promesa de que antes de que finalizara el año cancelarían a los dueños de los terrenos.
 
Sin embargo, la empresa que dijo aglutinar capitales de Dinamarca, Finlandia y Holanda, simplemente no existe, reconoció Catalán.
 
“A nosotros se nos acercó Raúl Reyes, un salvadoreño que aseguró ser representante de Eurogas y de un consorcio italiano, y entramos con ellos a un proceso de due dilligence. La verdad que nos entusiasmamos porque vimos mucha consistencia, mucha documentación, recibimos a extranjeros que vinieron con ellos, toda la estructura que nos presentaron nos apuntó a positivo hasta el momento en que tenía que concretarse el contrato y aportar los fondos”, recuerda Catalán.

“En ese momento, nuestros banqueros dijeron: Miren esto no lo vemos claro, no vemos que haya consistencia, que haya certeza de la idoneidad de los fondos… lo que nos terminó de parar el pelo es que Eurogas no existe, existe una empresita que se llama así en Europa y nosotros pensamos que eran ellos”, agregó.
 
El proceso de due dilligence con Eurogas le generó costos al Corredor Interoceánico, que Catalán no ve como pérdidas: “Nos ayudó a detectar nuestras debilidades, darnos cuenta de los procesos que nos faltaban. Al final fue una mala experiencia, un mal sabor para todos, pero nos deja mejor preparados para el futuro, difícilmente se nos cuela alguien más de esa manera”, afirma.
 
Otra pérdida fue el retiro de Julio Ligorría, quien se desempeñaba como asesor ante los grandes bancos de inversión internacionales; fue nombrado embajador de Guatemala en Washington D. C. a finales de agosto pasado. “Lo de Julio fue una relación muy concreta, muy puntual, él tenía algunos inversionistas interesados, lo contrataron para hacer un due dilligence, nos metimos en este, fue parte del proceso que se hizo”, señala Catalán España.
 
Esperaban que Ligorría atrajera inversionistas para el Corredor. Él se promocionaba como representante de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en US$73 billones por la revista Forbes; sin embargo, a Slim no le interesó el proyecto cuando se lo presentaron durante una reunión privada con el mandatario, realizada en Casa Presidencial el 10 de julio pasado. Slim es de la tesis que los corredores interoceánicos en Guatemala y Nicaragua no son viables.
 
Nueva negociación y pago en 2014
 
Aunque la credibilidad y el futuro del Corredor Interoceánico están puestos en duda en este momento, Catalán prepara una nueva estrategia para salir adelante: buscar nuevos inversionistas y renegociar con los dueños de las tierras.
 
Tenemos una cartera de inversionistas. Vamos a acercarnos a los que estaban en segundo y tercer lugar, pero eso implica llevar el proyecto a un nivel de mayor certeza, señala Catalán.
 
La otra parte del plan es lograr renegociar con los dueños de las tierras para que estos aporten voluntariamente los terrenos a un fideicomiso que están constituyendo en Banrural. Lo negociado fue una compraventa, ellos vendían sus tierras a cambio de efectivo y acciones. Siempre serán accionistas del proyecto, afirma Catalán, pero se agrega un paso previo: ellos expresan su voluntad de aportar sus tierras al fideicomiso y cuando finalicen los trámites en el Registro General de la Propiedad podrán reclamar el pago.
 
Esto representaría que los comunitarios recibirían su pago hasta finales de 2014, estima Catalán. Se trató de conocer cómo marcha la inscripción de las compraventas de los terrenos y su consolidación en una sola finca que sería la más grande de Guatemala (372 kilómetros de largo por 200 metros de ancho), sin embargo, Anabella de León, titular del Registro de la Propiedad, no accedió a una entrevista a pesar de las solicitudes realizadas.
 
“Vamos a decirles la verdad, las tres cosas que nos afectaron: el tema de los diputados, de los farsantes de Eurogas, y el DPI”, confía Catalán, quien afirma que muchos propietarios ya les han manifestado su comprensión y que continúan confiando en el proyecto.
 
¿Qué es el Corredor Interoceánico de Guatemala?
 
Es un puente terrestre que busca unir el océano Pacífico con el Atlántico, desde Punta de Manabique, Izabal, hasta Moyuta, Jutiapa, para el transporte global de carga, y una alternativa al Canal de Panamá para los grandes buques Post-Panamax. Este corredor contaría con dos modernos puertos en ambos océanos, los cuales serían otorgados en concesión a grandes operadores globales por un plazo de 25 o 50 años, cinco oleoductos para gas y petróleo, una carretera, un ferrocarril de 372 kilómetros de largo para el transporte de la carga, así como la instalación de zonas o parques industriales. La inversión total se estima en unos US$12 mil millones.
 
Según Catalán España, está previsto que su construcción dure al menos cinco años, generará 30 mil empleos y beneficiará a 46 de los 333 municipios del país.

Fuente: El Periódico, Guatemala