Marzo es un mes clave para el desarrollo portuario de Valparaíso, pues se inicia la fase final de la licitación del Terminal 2, paso que busca no perder el liderazgo del puerto en el comercio exterior del país. Y así también lo asumen en la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) conscientes que es la oportunidad para encauzar un proceso que quedó truncado cuando hace un par de años otro intento fracasó.

Pero al parecer se sacaron lecciones y por eso desde la estatal confian en que el resultado será distinto. Incluso el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) ya despejó una de las últimas dudas al permitir la participación de TPS, uno de los aspirantes a quedarse con la concesión del T2.

El presidente del directorio de EPV, Alfonso Mujica, está tranquilo, incluso ante las voces que critican la estricta confidencialidad del proceso, tomando en cuenta que ni siquiera se reveló el número de bases vendidas. Se habla de TPS, Agunsa y consorcios españoles asociados a capitales chilenos, entre otros.

Estamos a un mes de que se inicie la parte final del proceso de licitación, ¿está confiado en que finalmente habrá interesados en adjudicarse el Terminal 2?
Estamos tranquilos porque el proceso se ha desarrollado con normalidad. El interés demostrado por distintos operadores nos permite tener certeza de que Valparaíso es atractivo para inversionistas nacionales e internacionales. Esto se ha ratificado con las señales positivas que hemos recibido de los licitantes en los últimos meses, tanto en las etapas de compra de bases como en la presentación de proyectos alternativos de inversión. Chile y Valparaíso tienen hoy una oportunidad histórica para avanzar en el desarrollo como ciudad y puerto. Debemos enfatizar que nuestra licitación considera la concesión del último terminal de aguas abrigadas de la Región, bajo un modelo flexible de inversión y construcción.

¿El hacer una propuesta más flexible y con varias incógnitas despejadas en relación al anterior proceso fue una opción acertada?
Sí. En la anterior licitación tuvimos que presentar un modelo rigido que no tuvo buena recepción de los licitantes. Pero los resultados anteriores se debieron a un elemento fundamental, cual fue la decisión del Estado de desarrollar de forma simultánea los procesos en Valparaíso y San Antonio e igualar las exigencias, en circunstancias de que las particularidades de Valparaíso ameritan consideraciones como las que estamos incluyendo en esta oportunidad.

Hoy estamos en un escenario en que la actividad comercial y portuaria del país necesita un Valparaíso aún más competitivo, con un puerto que responda a las necesidades del mercado mundial en esta materia.

Pese a ello aún hay temas que resolver como Caleta Sudamericana y la ubicación del dique...
Ambos aspectos tienen avances y tengo confianza de que seremos capaces, puerto, pescadores y Sociber, de arribar a una solución. Para ese efecto debemos ser creativos y actuar con realismo. Existe un denominador común: la actual ubicación de la caleta y del dique impiden que la actividad esencial de esta ciudad, la portuaria, se desarrolle. Por lo tanto, es tarea de todos darle solución.

¿Qué soluciones se plantean?
La localización actual de la caleta dificulta su operación expedita, porque el espacio es estrecho y el puerto está obligado a exigir estrictas normas de seguridad impuestas internacionalmente. Es por ello, que nos esmeramos en comprender sus necesidades y Ies propusimos un plan de fomento de la pesquería artesanal que supone recursos para compensar justamente los efectos de un cambio de lugar y reforzar su proyección. Como resultado, ya suscribimos un acuerdo con APEVAL, el sindicato más antiguo de la caleta, conformado por los dueños de las embarcaciones mayores que requerían de aguas protegidas para su resguardo. Si dimos ese paso, entonces, hay espacio para que las expectativas de las agrupaciones restantes y de Sociber sean igualmente razonables, logrando nuevos acuerdos.

El dique ya cuenta con una nueva localización posible dentro de la bahía, lo cual es una muy buena noticia. Ahora nos resta perfeccionar la forma y oportunidad de cómo ese cambio se materialice.

¿Hay una mirada equivocada respecto al rol de EPV?
Se suele mirar el desarrollo del puerto como la inquietud sola de EPV. Aquellos se equivocan, pues es tarea de toda una ciudad. A nuestra empresa le ha correspondido encauzar este proceso que debe cumplir con muchas exigencias que al parecer algunas personas olvidan, como son: crear más capacidad portuaria dentro de un plazo que se agota, fomentar la competencia, respetar el patrimonio, crear un espacio para el acceso ciudadano al borde costero y conocer la opinión de las personas, para lo cual hemos difundido el plan de desarrollo del puerto hace varios años.

De acuerdo a la informaaón que maneja, la eventual participación de los incumbentes, en especial de TPS, ¿ha mermado el interés de los oferentes?
No. El Informe del Tribunal de Defensa de Libre Competencia propuso un modelo que permite a los oferentes no incumbentes (de fuera de la región) igualar la mejor oferta de un incumbente, lo cual es una manera de incrementar la competitividad del proceso y nos blinda la certeza de que resultará vencedora la menor tarifa posible. Además, los operadores han valorado que tras el informe del TDLC hay mayor claridad de las condiciones bajo las cuales pueden competir por la licitación.

Algunas voces piden postergar el proceso por lo que consideran será una "muralla china" de contenedores que atentará contra el carácter patrimonial de Valparaíso. ¿Cómo ha tomado esa visión?
La mayoría de los porteños vive en los cerros y disfruta de la actividad portuaria porque representa desarrollo para la ciudad, porque es uno de los rasgos más característicos de su identidad (casi un tercio del empleo de Valparaíso está vinculado directa o indirectamente con la actividad portuaria) y porque forma parte de un paisaje inigualable. Y esa mayoría de los porteños es beneficiada por la existencia y desarrollo del puerto. Lo que sí ha sucedido es que quienes tienen una visión antagónica, y probadamente minoritaria, cuentan con una capacidad de vocería muy fuerte que no representa el sentir de la mayoría silenciosa. Lo sabemos por los diálogos que tenemos con las juntas de vecinos y por las encuestas que hemos desarrollado.

Áreas de respaldo

El presidente de EPV explica que la ciudad tiene que considerar que cualquier terminal portuario necesita áreas de respaldo para contenedores, lo que es esencial para que un puerto sea competitivo y genere empleo. "Pero esto no significa levantar una muralla continua o hipotecar el acceso al borde costero de la ciudad, puesto que en el sector Barón existirá un paseo público único en Chile, de altísima calidad, donde las personas podrán llegar hasta el costado del mar. Tiene una longitud de casi un kilómetro y un ancho muy superiores al sector de Bellavista".

¿Considera fuera de contexto estas interrogantes?
Me pregunto por qué hoy se plantean tantas interrogantes y se genera desinformación, en circunstancias que el puerto viene exponiendo este planteamiento desde hace más de diez años y lo ha difundido ante múltiples instituciones y públicos de la ciudad. La ciudadanía debe tener confianza de que tras el proyecto de licitación del Terminal 2, existen muchos estudios, análisis e inquietudes recogidas. Nuestra empresa tiene una experiencia de éxito en estos 15 años, logrando por ejemplo una sostenida recuperación del liderazgo de Valparaíso en materia portuaria (casi triplicando el movimiento de carga), con un importante desarrollo logístico a través de la puesta en marcha de ZEAL (que permitió la erradicación de los camiones por el centro de la ciudad) y potenciando una actividad altamente valorada como lo es la industria de cruceros. Los porteños pueden estar tranquilos que nuestro trabajo lo hacemos responsablemente y siempre considerando las necesidades del comercio exterior y de la comunidad.

Fuente: El Mercurio, Valparaíso