"Estamos resistiendo con mucho esfuerzo y no sin dolor". Las palabras del presidente de la Cámara Aduanera de Chile, Hernán Felipe Santibáñez, son ilustrativas de la situación que enfrentan ésta y otras actividades  dependientes del comercio exterior cuando avanzamos en la segunda mitad del año.

Las últimas cifras del Banco Central también son elocuentes: en mayo, las exportaciones sumaron 3.895 millones de dólares, con una caída de un 32,9% frente al mismo mes del 2008, mientras las importaciones bajaron un 42% en el periodo. En los primeros cinco meses de 2009, el superávit acumulado de la balanza comercial -4.082 millones de dólares- llegó a menos de la mitad de los 8.547 millones que se registraban en el mismo lapso de 2008.

De la mano del derrumbe de la demanda a nivel mundial, el sector marítimo portuario y las actividades complementarias vienen acusando el golpe de la crisis desde los últimos meses de 2008, aunque con mayor intensidad después del primer trimestre del presente. Y lamentablemente las proyecciones a la baja realizadas a comienzos de año demuestran haber sido certeras.

EPV: Caída del 19%

Mientras la Empresa Portuaria Valparaíso cerró 2008 con  10,8 millones de toneladas de carga general transferidas y un crecimiento del 12% con respecto a 2007, las cifras actuales revelan que la caída puede ser del orden del 19% en el año, cuatro puntos más que la estimación que se manejaba en marzo.

Sólo en el primer trimestre de este año el tonelaje de carga movilizada disminuyó un 22% respecto del miso lapso de 2008 como producto de la contracción en el comercio exterior, aunque "Valparaíso es líder regional con el 53% de la transferencia de carga general y tiene una de las mayores productividades portuarias del mundo con 63.000 TEU (medida de carga de los contenedores) por hectárea al año", como señala su gerente general, Harald Jaeger.

 "Una menor recalada de buques refleja la crisis económica internacional y obviamente tiene efectos para el país, las empresas y la industria marítima portuaria local. El puerto genera más de 10 mil empleos directos e indirectos en Valparaíso y es su principal fuente laboral", expresa el ejecutivo, quien agrega que EPV trabaja desde hace años "para seguir mejorando la competitividad del puerto y mantener un clima sustentable de estabilidad, que brinde seguridad y confiabilidad a los clientes" pues esa es "la mejor forma de asegurar buenos trabajos para todos".

Fuerte impacto social

El vicepresidente ejecutivo de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, Rodolfo García, plantea que el país ha recibido el impacto de la crisis con cierto rezago, como demuestran los resultados de la actividad en los puertos, donde en los primeros dos meses del año la baja no fue tan significativa como a partir de marzo, en tanto que a estas alturas del año ya se puede hablar de  una  caída que fluctúa entre el 20% y el 25%, dependiendo de la especialización de los terminales.

La cifra tiene un fuerte impacto social "porque significa que los trabajadores portuarios con mayor permanencia están ganando entre un 25% y un 30% menos, mientras quienes accedían a tres o cuatro turnos al mes, no encuentran trabajo". En tanto, los programas pro empleo del gobierno están enfocados a las personas que están y no consideran a quienes, como el primer grupo, han sufrido una baja significativa en sus ingresos.

El ejecutivo estima que la recuperación en la demanda de transporte marítimo demorará al menos un año. Y plantea que mientras se produce es conveniente revisar los procesos de licitación, "pues hay tiempo para que las empresas portuarias de Valparaíso y San Antonio pongan en conocimiento de la comunidad cuáles son sus proyectos reales, el sustento técnico de ellos y si son compatibles con la estrategia país, ya que tendremos que competir con los grandes puertos que habrá por ejemplo en El Callao y  Guayaquil".

20% a 25% en Aduanas

"Donde más se ha notado el impacto de la crisis es en la baja del superávit comercial", agrega Hernán Felipe Santibáñez.  "El año pasado a esta fecha era del orden de los 12 mil millones de dólares y este año llevamos poco más de cuatro mil millones", añade.

Una situación que para las agencias de aduanas se traduce en "menos tramitación de documentos, menos valores, y por lo tanto menos ingresos", lo que motiva una fuerte preocupación por el empleo, sobre todo en el núcleo formado por Valparaíso, San Antonio, Los Andes y Santiago, donde se desempeña la gran mayoría de los 6.500 trabajadores con que cuenta la actividad a nivel nacional.

"Hasta ahora los despidos son realmente mínimos y estamos enfocados a defender el empleo, ya que el  gran capital del sector son sus empleados, en base a cuya labor podemos entregar un servicio de excelencia a nuestros clientes", indica el timonel de la Cámaras Aduanera, quien cree que la actividad del sector caerá entre 20% y 25% este año.

Optimista pero cauto, piensa que "la recuperación no va a ser de un día para otro" porque las actividades vinculadas al comercio exterior tendrán que darse diferentes tiempos para recomponerse. En todo caso, dice, "Chile siempre ha sabido supera sus adversidades, y hay una generación de mucha experiencia que está haciendo el traspaso a una nueva generación bien preparada, con mucha innovación y tecnología, lo que depara un futuro importante y constituye un gran capital".

Dura realidad naviera

El  sector más golpeado en este ámbito ha sido el naviero. Impulsados por el sostenido crecimiento de la economía en los cinco años anteriores a 2008 -con tasas de expansión promedio del 8% para la actividad-, los armadores ordenaron la construcción de gran cantidad de naves. Y a elevados precios.

En esa situación se produjo la crisis que hoy tiene de para alrededor del 10% de la capacidad de transporte de la flota de portacontenedores.

No por nada una naviera de las dimensiones de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) recurrió a los armadores de naves coordinados de Hamburgo para concretar un plan de fortalecimiento financiero, que involucra aumentos de capital por 710 millones de dólares.

 "Prácticamente el 50% de la capacidad de transporte de la flota mercante mundial se encontraba representada en nuevas órdenes de construcción a fines de 2008", explica el gerente general de la Asociación Nacional de Armadores,  Arturo Sierra, quien agrega que junto con  detener el crecimiento de la economía mundial, la crisis asestó un duro golpe a la demanda por transporte marítimo.

Se redujo bruscamente la utilización de la flota, "con una clara sobreoferta de buques que ha significado una baja generalizada en el nivel de los fletes y en el valor de arriendo de las naves".

Equilibrio hacia el 2014

En el caso nacional -agrega- las empresas navieras han recibido también el impacto de la crisis, menos demanda por transporte y bajos fletes.

"Las cargas de nuestro comercio exterior que venían creciendo a tasas de un 6% anual tendrán este año una caída de aproximadamente un 15% respecto al año anterior, lo que afecta también a los puertos y a otras industrias relacionadas con el transporte".

¿Y la recuperación, cuándo? En el sector naviero se estima que en 2010 comenzarían a registrarse tasas positivas y que en unos tres años se retomará el ritmo de crecimiento de la demanda previo a la crisis.

"Si la recuperación marcha bien -resume-, recién en el año 2014 la oferta de naves y demanda por transporte estarán en equilibrio, en el caso del mercado de naves portacontenedores".

Portacontenedores y portavehículos

De acuerdo a las estimaciones del sector naviero, en algunos mercados, como el de los buques portacontenedores, la demanda en 2009 caerá alrededor de un 7% respecto de 2008.  Otros también presentan dificultades y exceso de oferta, como el de las naves portavehículos (car carrier), donde la caída de la demanda supera el 50%. También los petroleros y graneleros enfrentan sobreoferta, caída en los fletes y en el precio de arriendo de naves.
 
Hacia la estabilización
 
Uno de los sectores estrella del comercio exterior chileno, el mercado de la fruta, aumentó sólo un 1% sus embarques por Valparaíso en el peak de la temporada, entre noviembre de 2008 y abril del presente año, aunque en estricto sentido el periodo termina en septiembre, cuando corresponde hacer las cuentas totales. Esta leve alza, señala el gerente general de EPV, responde a la  contracción de la demanda derivada de la crisis que ha golpeado fuertemente al sector exportador, pero "las últimas cifras muestran un proceso de mayor normalización del mercado, lo que hace esperar una estabilización de la carga a partir del segundo semestre  o inicio del año 2010".

Fuente: El Mercurio de Valparaíso